Antes de la irrupción de la fotografía digital, la fotografía analógica se desarrollaba en base a diferentes formatos y soportes. Entre ellos, la diapositiva cobró especial atención entre aficionados y profesionales durante cierto tiempo. Justo antes de esa irrupción.
Puede parecer contradictorio pero su atractivo radicaba, precisamente, en el necesario y engorroso preparativo previo a su visionado. Oscurecer la habitación, montar el proyector y la pantalla, ordenar y colocar las diapositivas en los carritos, etc., tenía su encanto. Un auténtico ritual antes de la esperada y deseada contemplación de las imágenes. Sin prisas.
La era digital, y el estrés de la inmediatez, acabaron con aquel delicioso ritual.
Y lo que es peor… El paso del tiempo por aquel tipo de soporte (material) ha tenido desastrosas consecuencias.
Millones de imágenes duermen en sus cajas sometidas a diferentes condiciones de humedad y temperatura. Sin apenas darles el aire, llevan años sufriendo alteraciones por degradación química (según la calidad del revelado), o por hongos.
Afortunadamente, igual que con las fotografías analógicas en soporte de papel, estas imágenes se pueden digitalizar obteniendo así ficheros no degradables (físicamente) que permiten manejar, mantener y archivar fácilmente lo que, de otra manera, terminaría desapareciendo irremediablemente.
El proceso de deterioro es progresivo y el tiempo no se detiene. Así que la mayoría de las veces, cuando te decides a invertir tu tiempo y tu trabajo en remediarlo, encuentras que además del escaneado has de hacer una labor de restauración. Incluso de reparación, si el deterioro ha llegado demasiado lejos.
En este caso, salvo alguna especial excepción, el proceso ha consistido en cuatro pasos muy básicos, pero muy estudiados, que han añadido una cierta mejoría (optimización) a cada imagen original:
1.- Limpieza de manchas por hongos.
2.- Corrección de color.
3.- Ajustes de exposición, sombras e iluminaciones.
4.- Ajustes de nitidez y detalle.
Las excepciones “difíciles” se han solucionado con ajustes extra en las zonas con menos detalle. Y en algún caso se han necesitado retoques de cierta calidad para eliminar algunos arañazos en la diapositiva, o manchas especialmente grandes aparecidas en la cara de alguno de los protagonistas.
En base a nuestra experiencia en este tipo de trabajos, hemos diseñado un servicio de restauración para quienes estén interesados en recuperar aquellas imágenes en este tipo de soporte, (diapositivas o negativos), que ya han sufrido algún tipo de deterioro.
Nuestro servicio está dirigido a restaurar un número reducido de imágenes que, por su gran valor sentimental, histórico o documental, merecen todo el proceso que nosotros realizamos a mano.
Estudiamos cada imagen individualmente y analizamos donde aplicar los ajustes más idóneos, así como los retoques mas delicados, si los necesita.
Trabajamos sobre ficheros digitales de diapositivas o negativos ya escaneados, o también podemos ocuparnos de la digitalización del soporte plástico con nuestros equipos.
Solicítanos presupuesto, sin compromiso.
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